Redacción. − Israel envió más tropas y reforzó sus fuerzas aéreas en los Altos del Golán, territorio sirio que ocupa desde 1967, mientras vigila el avance de los rebeldes islamistas en Siria, que se dirigen hacia Homs después de tomar la ciudad clave de Hama, en el oeste del país.
«Las tropas del Ejército están desplegadas a lo largo de la frontera y las fuerzas armadas siguen de cerca los acontecimientos y están preparadas para todos los escenarios, ofensivos y defensivos», recogió un comunicado castrense esta tarde.
El Ejército del Estado judío aseguró que «no tolerará» amenazas junto a la frontera israelí y frustrará cualquier intento de atentar contra la seguridad de Israel.
Esta decisión nace tras la reunión ayer por la tarde de la cúpula militar israelí, en la que estaban el ministro de Defensa, Israel Katz, y el jefe del Estado Mayor del Ejército, Herzi Halevi, para evaluar la situación siria tras la toma de Hama por los rebeldes.
Las facciones islamistas ya están prácticamente a las puertas de la ciudad de Homs, en el centro de Siria, después de controlar el pasado viernes la ciudad de Alepo y ayer, la ciudad de Hama, ambas capitales provinciales.
En medio de la rápida evolución del conflicto sirio, Israel bombardeó su territorio esta mañana, en las inmediaciones del cruce fronterizo con Líbano de Al Arida, con el objetivo de destruir «una ruta de tráfico de armas e infraestructuras terroristas del grupo chií Hezbollah».
El ataque era un golpe contra la Unidad 4,400 de la organización libanesa, dedicada al contrabando de armas de Irán hacia Líbano, donde a pesar de haber acordado un alto el fuego Israel mantiene sus tropas y ambas partes se acusan constantemente de vulnerarlo.
Uno de los temores de las autoridades israelíes, según la radio pública Kan, es que los rebeldes en su avance, lleguen a la frontera en los Altos del Golán, ocupados por Israel.
El diario Yediot Ahronot señaló tres amenazas principales para Israel en Siria: la llegada de armas del régimen (entre ellas, armas químicas) a manos de los rebeldes durante su avance, la necesidad del régimen de Bachar al Asad de ayuda iraní en estos momentos y, de triunfar los rebeldes, la conversión de Siria en un Estado fallido que permita la creación de una milicia fuerte financiada por Irán.
Un funcionario israelí en el anonimato dijo al periódico The Times of Israel que la esperanza del Estado es que ambos bandos se debiliten entre sí en Siria, ya que «a un lado están los yihadistas salafistas (los insurgentes) y, al otro, Irán e Hezbollah».
El gabinete de Seguridad israelí, que agrupa a las principales autoridades en esta materia del Gobierno y los estamentos militares, se reunirá el sábado por la noche y el domingo por la mañana para analizar la situación en Siria, informaron también medios locales.