SANTO DOMINGO, RD.- Gran consternación e indignación ha causado la masacre despiadada de más 180 envejecientes en Haití por las pandillas.
Senadores llaman a la comunidad internacional a no seguir haciéndose sorda, ciega y muda para evitar más derramamiento de sangre sin importar las consecuencias.
La espiral de violencia en Haití sin dudas que ha cruzado la línea roja, y esa situación preocupa a la República Dominicana.
El asesinato de más de 184 ancianos Haití impulsado por acusaciones de brujería, expone la brutalidad de las bandas, la persecución histórica al vudú y la desesperación de un pueblo atrapado entre violencia y abandono estatal.
Los senadores responsabilizan a la comunidad internacional de no querer frenar esa situación.
La masacre fue causada por la grave enfermedad de su hijo. Micanor buscó el consejo de un sacerdote vudú que acusó a los ancianos de la zona de practicar brujería y afectar al niño.
El vudú se practica ampliamente en partes de la sociedad haitiana.
Más allá de la espiritualidad, el vudú impregna las relaciones sociales y se manifiesta a través de rituales, oraciones y danzas para conectar con los espíritus en busca de protección o guía.
Estos últimos episodios elevan el número de muertos solo este año en Haití a una asombrosa cifra de 5.000 personas”