REDACCIÓN.- En la búsqueda constante por encontrar el equilibrio entre disfrutar de los placeres del paladar y cuidar nuestra salud, muchos nos enfrentamos a un dilema: ¿cómo podemos saborear un postre delicioso sin perjudicar nuestra digestión? La respuesta podría ser más simple de lo que parece, y tiene que ver con un combo clásico: yogur y frutas.
En un mundo donde los problemas digestivos son cada vez más comunes, elegir el postre adecuado no sólo puede satisfacer el deseo de algo dulce, sino también beneficiar el microbioma intestinal.
Según una encuesta de LPSOS realizada en 2023 para la compañía de salud MDVIP, muchos estadounidenses aún desconocen la importancia del microbioma intestinal en el bienestar general. Esto ha llevado a una gran cantidad de personas a resignarse a vivir con molestias digestivas, sin saber que cambiar ciertos hábitos alimenticios podría ser la solución.
En este contexto, los expertos están cada vez más convencidos de que incorporar alimentos ricos en probióticos como el yogur junto con frutas frescas puede ser una excelente forma de cuidar nuestra salud intestinal mientras disfrutamos de un postre delicioso. Amanda Sauceda, nutricionista especializada en salud intestinal, compartió con Newsweek su recomendación sobre cómo lograr este equilibrio sin renunciar al placer de un buen postre.
El rol crucial del microbioma intestinal
El microbioma intestinal, ese ecosistema de bacterias y microorganismos que habita nuestro tracto digestivo, juega un papel fundamental en nuestra salud general. Aunque muchos aún no comprenden completamente su impacto, está demostrado que un microbioma equilibrado puede contribuir a una digestión eficiente, mejorar el sistema inmunológico, e incluso influir en el estado de ánimo y los niveles de energía.
Sin embargo, en un mundo donde las enfermedades digestivas como el síndrome del intestino irritable (SII) o el reflujo gástrico son cada vez más comunes, muchas personas sienten que no hay soluciones efectivas. A menudo, tras probar distintos remedios, se sienten atrapadas. Según la encuesta de MDVIP, una de cada cinco personas asegura haber probado de todo sin lograr una mejora significativa en su bienestar digestivo.
Es aquí donde los alimentos ricos en probióticos juegan un papel clave. Estos microorganismos beneficiosos son esenciales para mantener un microbioma saludable, y el yogur es una de las fuentes más accesibles y deliciosas de probióticos. Pero, como señala Sauceda, no todos los yogures son iguales, y elegir el adecuado es fundamental para maximizar sus beneficios para el intestino.
¿Qué tipo de yogur es el más adecuado?
Sauceda recomienda optar por yogures que contengan cultivos vivos y activos. Estos cultivos, que incluyen cepas como Lactobacillus bulgaricus y Streptococcus thermophilus, son los encargados de fermentar la leche y de proporcionar los probióticos que alimentan las bacterias beneficiosas en nuestro intestino.
No todas las variedades de yogur contienen estos cultivos, por lo que es importante leer las etiquetas cuidadosamente. Algunas marcas ofrecen yogur con menos azúcares añadidos, lo cual también es un factor importante para mantener el equilibrio en el microbioma.
La experta también dice que el yogur griego, que es una versión más espesa y cremosa, es una opción excelente, pues además de ser rico en proteínas y calcio, suele tener menos azúcar que otras variedades. Para quienes buscan un sabor más suave, las versiones de yogur con un contenido de grasa completo pueden ser una opción atractiva, siempre que no se tengan restricciones dietéticas.
Las frutas: los aliados del intestino
Incorporar frutas frescas a tu postre no solo añade sabor y color, sino que también proporciona nutrientes esenciales para la salud digestiva. Algunas frutas, como los arándanos, se destacan especialmente por sus beneficios para el microbioma intestinal.
Según investigaciones realizadas por la Universidad de Utah y la Universidade Federal de Viçosa, en Brasil, los arándanos tienen propiedades que ayudan a fortalecer la barrera intestinal, reducen la inflamación y contribuyen a equilibrar el microbioma.
Los arándanos son ricos en fibra y antioxidantes, dos elementos cruciales para un sistema digestivo saludable. La fibra no solo facilita el tránsito intestinal, sino que también alimenta las bacterias beneficiosas del intestino, lo que favorece la digestión y ayuda a prevenir problemas como el estreñimiento. Además, los antioxidantes presentes en los arándanos ayudan a reducir el daño celular y a proteger las células del intestino.
Sin embargo, como señala Sauceda, no todas las frutas son igual de beneficiosas para la salud intestinal. Las personas con reflujo ácido o problemas de estómago deberían evitar frutas muy ácidas, como los cítricos, que pueden agravar los síntomas. En su lugar, optar por frutas suaves como los arándanos, fresas o plátanos es una excelente alternativa.
¿Qué cantidad de yogur y fruta es ideal?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) no cuenta los azúcares naturales de frutas, vegetales y productos lácteos dentro de las recomendaciones diarias de azúcar, ya que estos alimentos vienen acompañados de fibra, lo que mitiga el impacto sobre los niveles de azúcar en sangre. Sin embargo, los azúcares añadidos en los yogures procesados sí deben ser controlados.
Sauceda indica que el yogur se debe elegir con menos de 10 gramos de azúcar añadido por porción, e idealmente, con cero azúcares añadidos. Un tazón de yogur con frutas frescas puede ser un excelente postre tanto para el desayuno como para la merienda o incluso una cena ligera.
Además, incorporar granos saludables o nueces al postre, como semillas de chía o almendras, puede agregar fibra y grasas saludables que complementen los beneficios digestivos del yogur y las frutas.
Según Sauceda, “Yogur y frutas es definitivamente algo que puedes disfrutar a diario. Funciona como desayuno, refrigerio o postre, y es fácil de personalizar según tus gustos”. Incluso propone un giro divertido al mezclar mantequilla de maní, chispas de chocolate y frutas para un toque extra de sabor.
En resumen, disfrutar de un postre saludable y sabroso que apoye la salud intestinal no tiene por qué ser complicado. Con yogurt de alta calidad, frutas frescas y algunos ajustes en la elección de los ingredientes, puedes cuidar tu microbioma intestinal mientras satisfaces tu antojo de algo dulce.
